Resumen
Las cartas de Pablo a la iglesia en Tesalónica fueron más que un salvavidas de esperanza. Ellos impartieron una gran revelación sobre la actitud de Dios hacia la Iglesia y hacia la familia humana, como unidad familiar. También revelan su actitud hacia un hombre que llega al poder y que será completamente poseído por Satanás. El llamado "hombre de pecado". (2 Tes. 2: 3.)
La actitud revelada de Dios hacia Su Iglesia, Su pueblo, es de amor insuperable. No solo nos ama, sino que desea mucho que estemos con él para siempre.
Algunas personas, argumentando en contra de la esperanza del Rapto, creen que debido a que la Iglesia no siempre ha enseñado y enfatizado esta verdad, es solo una doctrina de "Johnny recién llegado". Incluso se ha insinuado que este es un sueño teológico estadounidense.
Siempre se ha creído y se ha escrito sobre la doctrina de la resurrección de los muertos y el rapto de los vivos. No se enfatizó durante muchos siglos, y con razón, porque la Iglesia entonces estaba a cientos de años del momento en que sucedería. También, entonces, como ahora, hubo confusión entre el Rapto y la Segunda Venida de nuestro Señor. En el Rapto nos levantamos para encontrarnos con Él; en la Segunda Venida, Él viene a la tierra para gobernar y reinar.
Con respecto a esta gran verdad del Rapto que no se enfatiza en ciertos períodos de la historia de la Iglesia, debemos reconocer que otras grandes verdades también fueron sumergidas en ocasiones. La justificación por la fe, el bautismo del Espíritu Santo, la glosalalia y la sanidad divina en la Expiación estuvieron ocultos a la vista durante algunos períodos de la historia. Es justo y apropiado que el Espíritu Santo enfatice grandemente esta gran verdad ahora debido a la inminencia de eventos que conducen a un clímax catastrófico.
En este resumen, permítanme enfatizar el capítulo 4 que trata de la palabra griega apostasia. Decir que solo se puede traducir de una manera (es decir, "apostatar" o "rebelión"), entra en gran conflicto con la Palabra de Dios que dice que en los últimos días Él derramará Su Espíritu sobre toda carne. (Hechos 2:17.) Traducir esta palabra como "partida" coincide mejor con el resto del mensaje de Pablo que dio gran esperanza a sus lectores cuando toda esperanza se había ido.
El hecho de que Pablo escribiera que la Iglesia, antes de la venida del Señor Jesús a los cielos, se rebelaría y recaería por completo, habría aumentado aún más el dolor y la confusión de los tesalonicenses, y les habría quitado la poca esperanza que tenían.
Si bien dije que no podemos construir una doctrina sobre cómo se traduce una palabra griega, ciertamente los escritores posteriores a la Tribulación deben reconocer que tiene algún significado pertinente a la interpretación de la revelación de Pablo recibida de nuestro Señor Jesús y a otras promesas concernientes a grandes avivamiento en los últimos días.
La interpretación de las Escrituras se puede comparar a patinar sobre hielo fino. En el mejor de los casos, uno siempre está en peligro de entrar en un baño frío o incluso de morir. Si uno es demasiado literalista, se vuelve demasiado pesado y seguramente se abrirá paso. Si es demasiado simbólico, es demasiado ligero y se desviará de su curso. Si es un dispensacionalista firme y solo puede patinar en una dirección, seguramente caerá en algunos de los mismos agujeros teológicos en los que han caído otros.
Si es antidispensacionalista, no sabe dónde ha estado; por lo tanto, no puede saber adónde se dirige. Si se apoya demasiado en la educación superior, estará por encima del mayor porcentaje de personas a las que estará ministrando. Si está en contra de los logros académicos, es posible que no esté abierto a más iluminación y, por lo tanto, corre el riesgo de volverse imposible de enseñar.
Todos debemos estar abiertos y receptivos, y esforzarnos por lograr un mayor equilibrio. Si se puede señalar una debilidad en aquello en lo que hemos creído tan firmemente, seamos lo suficientemente humildes para admitir que ha llegado más luz y que estamos abiertos al cambio.
Confío en que siempre estaré abierto a una mayor iluminación. Después de un estudio e investigación diligentes sobre este gran tema, creo firmemente que antes de que venga lo peor, sucederá lo que Pablo describió tan maravillosamente por el impulso del Espíritu Santo:
Entonces nosotros, los que estemos vivos, y los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes, para recibir al Señor en el aire; y así lo estaremos siempre con el Señor.
1 Tesalonicenses 4: 16,17
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