No Creas a los que te Digan que Jesús Ya Vino
2 Tesalonicenses 2:1-3 (Biblia Expandida)
1 Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con Él, les pedimos y rogamos, hermanos,
2 que no se dejen impresionar ni sean sacudidos fácilmente en su mente, ni se confundan, por nadie que diga haber tenido una revelación del Espíritu, ni por palabra, ni por carta supuestamente nuestra, en el sentido de que el día del Señor ya ha llegado.
3 No se dejen cautivar ni engañar por nadie en ninguna manera, porque no vendrá sin que primero venga la apostasía y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición.
Recientemente estoy estudiando las dos Epístolas a los Tesalonicenses; y es maravilloso como cada capítulo nos habla de un aspecto de la Segunda Venida de nuestro Señor Jesucristo.
Por eso yo los animo a que las lean cuidadosamente, y se den cuenta de las maravillosas verdades de nuestra bendita esperanza, cuando seremos arrebatados y reunidos con Cristo en las nubes.
La iglesia de Tesalónica había nacido durante el Segundo Viaje Misionero de Pablo, cuando estuvo en la región de Macedonia. Después de haber sido encarcelado en Filipos, y ser liberado (Hechos 16), dejó la ciudad y fue a Tesalónica (Hechos 17). Allí estuvo tres semanas con Silas y Timoteo, pero tuvo que irse por causa de la persecución que se levantó.
A pesar del corto tiempo que estuvo se levantó una iglesia, que por lo que escribe Pablo en la carta fue un ejemplo de fe, firmeza y amor.
Estando Pablo en Corinto, los hermanos de Tesalónica le enviaron cartas con una serie de preguntas que los tenían preocupados. La principal era acerca de la Segunda Venida de Jesús, y que iba a pasar con sus seres queridos que ya había partido con el Señor. En la Primera Epístola les responde esto extensamente.
La Segunda Epístola fue por ciertos informes que alguna personas llegaron diciendo que el día del Señor ya había llegado y habían trastornado a la iglesia.
Evidentemente eran varios hermanos, algunos con "revelaciones", otros con profecías, otros dando mensajes, y algunos más osados con supuestas cartas de Pablo; y su mensaje era este: "El día del Señor ya ha llegado".
Hoy día en el campamento preterista se escucha que el día del Señor ya vino, y que ocurrió el 70 DC; y son más atrevido y dicen que Jesús ya llegó, y a muchos tienen engañados.
Otros como la Iglesia del Dios Todopoderoso dicen que Jesús ya vino y se encarnó en una mujer china.
En realidad hay muchos grupos y sectas que dicen que Jesús ya vino, y son para todos los gustos.
Pero aquí Pablo nos dice que no nos dejemos engañar, ni cautivar por estas palabras engañosas.
Aquí en este pasaje nos da dos razones, y mas adelante otra razón (que veremos en otro artículo).
Primero: Nos dice que primero tiene que venir la apostasía.
Este termino apostasía es muy interesante.
Vernon McGee en su comentario bíblico de "A Través de la Biblia", escribe:
Debe haber "un apartarse primero". Muchos han interpretado que esto significa la apostasía, y estoy de acuerdo en que se refiere a eso. Pero creo que significa más que eso, como revelará un examen cuidadoso de la palabra. La palabra griega que aquí se traduce como "apartarse" es apostasia. La raíz de la palabra en realidad significa "salida o remoción de". Pablo dice que antes de que comience el Día del Señor, primero debe venir una remoción. Hay dos tipos de remoción que se llevarán a cabo. Primero, la iglesia organizada se apartará de la fe, eso es lo que llamamos apostasía. Pero habrá una apostasía total cuando el Señor venga, y eso no puede suceder hasta que la verdadera iglesia sea removida.
Entonces esta apostasía total tiene dos partes:
(1) la iglesia nominal se ha apartado de la fe —habrá apostatado, y
(2) ha habido otra salida, la salida de la verdadera iglesia de la tierra.
La partida de la iglesia verdadera conducirá a la apostasía total de la iglesia nominal. El Día del Señor no puede comenzar, ni el período de la Gran Tribulación, hasta que haya tenido lugar la partida de la verdadera iglesia.
Segundo: Tiene que aparecer el Anticristo.
Este pasaje lo llama el hombre de pecado, el hijo de perdición. Este hombre buscará la adoración de todos los hombres y gobernará sobre el mundo por siete años.
Entonces, ya que no han ocurrido estas dos cosas, no creamos a los predicadores que dicen que Jesús ya ha llegado,
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