En la Iglesia Católica utilizan unas tarjetas plastificadas a las que comúnmente llamamos estampitas. En ellas colocan imágenes con el santo de su devoción.
Me recuerdo una vez agarrar una estampita que tenía mi mamá de San Benito de Palermo, según ella el santo del dinero, arrojándolo por la ventana del décimo piso en el que vivíamos.
Sabemos que ellos creen que hay una parafernalia de milagros y favores especiales de Dios para los poseedores de estas tarjetitas.
El día de hoy con la venida del internet y en especial del facebook los creyentes no han tenido mejor idea de copiar el mismo sistema para difundir las ideas de sus predicadores favoritos.
Encontramos fotos con citas de Paul Washer, John MacArthur y muchísimos autores más a las cuales le dan el mismo valor de la Biblia.
Este fenómeno lo llamé en otro artículo "Cristianismo de Memes."
El problema de esto es que le atribuyen la misma autoridad de la Biblia a estas frases ingeniosas, dándole una sutil forma de adoración a estos predicadores famosos.
No se dan cuenta que las sectas se formaron tomando palabras de Dios.
Otro problema es que muchas veces estos memes sacan frases fuera del contexto en que el predicador habló y solo colocan lo que le conviene o cree el autor del meme.
Es muy fácil editar y sacar frases fuera de un contexto general; si lo hacen con la Biblia cuanto más fácil utilizar frases de hombres.
Finalmente Dios es el que nos dio la autoridad final que es la Biblia, no necesitamos de estas memestampitas para tener una relación más profunda con Dios.
En realidad, los creyentes deberían de estudiar la Biblia y no sustituirla por memestampistas.
Sin darse cuenta los creyentes están cayendo en el mismo oscurantismo de la edad media, pero no tanto por una prohibición de leer la Biblia sino por sustituirla con frases ingeniosas de predicadores muchas veces sacadas del contexto de lo que dijo.
Tengan cuidado con las memestampitas.
Ricardo Botto
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