jueves, 23 de septiembre de 2021

El Arrebatamiento de la Iglesia NO ES un "Abducción Marciana" sino una Realidad Bíblica Inminente


Voy a conversar de un tema que se ha puesto de moda, el arrebatamiento. Actualmente hay una controversia con ciertos grupos acerca del tema. 

Hace poco debatiendo con uno me dijo que los que creemos en el arrebatamiento pensábamos que era como una "abducción marciana", así que voy a mostrarles con las Escrituras lo que es una realidad inminente.

1 Tesalonicenses 4:13-17
13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

Para entender este pasaje debemos ver el contexto, los tesalonicenses estaban preocupados por sus familiares que ya habían muerto. Posiblemente pensaban que no los volverían a ver más. Pero Pablo les da noticia de gran esperanza, se iban a volver a encontrar.

Veamos lo que dice Matthew Henry de este pasaje:

La esperanza de la Segunda Venida les había traído otro problema a los de Tesalónica. Esperaban que se produjera inmediatamente; esperaban estar vivos cuando ocurriera, pero estaban preocupados por los cristianos que ya habían muerto. No podían estar seguros de que también participaran de la gloria de ese Día. Pablo les responde que tendrán una misma gloria los que ya hayan muerto y los que estén vivos.
Les dice que no deben tener tristeza como los que no tienen ninguna esperanza. Ante la muerte, el mundo pagano se encontraba sumido en la desesperación. Se enfrentaban con ella con una sombría resignación y una árida desesperanza. Esquilo escribió: «Una vez que un hombre muere, no hay esperanza de que resucite.» Y Teócrito: «Mientras hay vida hay esperanza, pero no la hay para los muertos.» Y Catulo: «Una vez que se pone nuestra breve lumbrera, no nos queda más que una perpetua noche en la que no podemos hacer más que dormir.» En sus lápidas aparecían lúgubres epitafios: «No era; llegué a ser; ya no soy; no me importa nada.» Una de las cartas en papiro más patéticas que han llegado hasta nosotros es una carta de pésame que dice: "De Irene a Taonofis y Filón: Consolaos. Lo sentí y lloré por el difunto como había llorado por Dídimas. Todo lo que se podía hacer lo hice, como todos los míos. Epafrodito y Termutión y Filión y Apolonio y Plantas. Pero a pesar de todo no se puede hacer nada contra tales cosas. Por tanto, consolaos como podáis.»
Pablo establece un gran principio: La persona que ha vivido y muerto en Cristo sigue estando en Cristo y resucitará en Él. Entre Cristo y la persona que Le ama hay una relación que nada puede romper, que sobrepasa la muerte. Como Cristo murió y resucitó, así la persona que está unida con Cristo resucitará.

El verso 15 nos habla claro de los tiempos de la Segunda Venida de Jesús, es claro que iban a ver creyentes en esa época, incluso Pablo pensaba que iba a estar vivo.

El verso 16 que Jesús mismo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios descenderá del cielo, y al oír ese estruendo los muertos en Cristo resucitarán primero. Cristianos de todas las épocas saldrán de sus tumbas, de las cenizas de los que fueron incinerados o cualquier tipo de muerte física que hayan tenido, revivirán físicamente.

Y el verso 17 habla de nosotros los que quedemos, seremos arrebatados con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor.

Vamos a revisar las palabras griegas que se usan en los versos 15-17 para interpretar correctamente este pasaje.

Pero primero donde se encuentran los personajes de esta historia, el verso 16 muestra a Jesús que está descendiendo cielo; y los cristianos muertos y resucitados aquí en la tierra. Esto es importante tenerlos en cuenta para contrastarlo con las palabras griegas que se usan.

En primer lugar veamos la palabra PAROUSIA.

Según Vine significa lo siguiente:

PAROUSIA (παρουσία) lit.: presencia (para, con, y ousia, un ser; de eimi, ser). Denota tanto UNA LLEGADA como una consiguiente PRESENCIA CON. Por ejemplo, en una carta sobre papiro una dama habla de la necesidad de su parousia en cierto lugar a fin de atender algunos asuntos relacionados con su propiedad allí. Pablo habla de su parousia en Filipos (Filipenses 2:12; en contraste a su apousia, su ausencia; véase AUSENCIA). Otras palabras denotan la llegada (véanse eisodos y eleusis, encima). Parousia se usa para describir la presencia de Cristo con sus discípulos en el monte de la transfiguración (2 Pedro 1:16). Cuando se usa del retorno de Cristo, en el arrebatamiento de la Iglesia, significa no meramente su llegada momentánea por sus santos, sino su presencia con ellos desde aquel momento hasta su revelación y manifestación al mundo. En algunos pasajes la palabra da prominencia al inicio de aquel período, implicándose el curso del período (2 Pedro 3:4). En otros, es el curso del período lo que es prominente (Mateo 24:3,37; 1 Tesalonicenses 3:13; 1 Juan 2:28); en otros la conclusión del período (Mateo 24:27; 2 Tesalonicenses 2:8).

Entonces, PAROUSIA nos habla de una venida con un encuentro, Jesús viene y se encuentra con los creyentes en las nubes.

El Diccionario Bíblico Word Study nos dice lo siguiente acerca de PAROUSIA:

Es un término técnico de la venida de Cristo (Mateo 24:3; 1 Co_15:23; 1 Tesalonicenses 2:19; 2 Tesalonicenses 2:8; 2 Pedro 3:4; 1 Juan 2:28); del Hijo del Hombre (Mateo 24:27, Mateo 24:37, Mateo 24:39); del Señor (1 Tesalonicenses 3:13; 1 Tesalonicenses 4:15; 1 Tesalonicenses 5:23; 2 Tesalonicenses 2:1; Santiago 5:7-8; 2 Pedro 1:16); del día del Señor (2 Pedro 3:12). El término parousia se refiere a la Segunda Venida del Señor, pero la Segunda Venida del Señor no es solo un evento tomando lugar en un tiempo particular. En vez de eso está hecha de una serie de eventos. Podemos entender a qué evento se refiere examinando el contexto en que ocurren los términos parousia y erchomai (venir)

Como vemos debemos ser muy cuidadosos cuando usamos el término PAROUSIA, podemos darle el significado incorrecto; pero en este caso podemos ver que se refiere al arrebatamiento de la iglesia.

Luego veamos la palabra que se usa para arrebatar, HARPAZO. Vine la traduce de este modo:

Harpazo (ἁρπάζω) arrebatar. Se dice del acto del Espíritu del Señor con respecto a Felipe (Hechos 8:39); de Pablo al ser llevado al paraíso (2 Corintios 12:2,4); del arrebatamiento de los santos al retorno del Señor (1 Tesalonicenses 4:17); del arrebatamiento del niño varón en la visión de Apocalipsis 12:5: Este verbo comunica que se ejerce una fuerza de una manera súbita.

Podemos ver que este verso nos habla de arrebatar ejerciendo una fuerza de manera súbita, como dice 1 Corintios 15:52 en un abrir y cerrar de ojos, de una manera inminente.

En el Comentario Expositivo de Wiersbe, encontramos lo siguiente:

La palabra ‘arrebatados’ (1 Tesalonicenses 4:17) están llenas de significado. Significa: (1) arrebatarlos rápidamente, porque no habrá advertencia (1 Tesalonicenses 5:1-10); (2) tomados a la fuerza, porque Satanás tratará de impedir nuestro rapto al cielo; (3) reclamar para uno mismo, como el novio reclama a la novia; (4) mudarlos a un nuevo lugar; rescatarlos del peligro, porque la iglesia no pasará la Gran Tribulación (1 Tesalonicenses 1:10; 5:9).

Ahora hablemos de la palabra APANTESIS, que malinterpretan los que tratan de negar el arrebatamiento.

Veamos lo que dice Vine:

Apantesis (ἀπάντησις) reunión. Aparece en Mateo 25:6 «recibirle»; en algunos mss. en el v. 1 y en 27.32; Hechos 28:15 «recibirnos»; 1 Tesalonicenses 4:17 «recibir». En todos estos casos, la traducción más rigurosa sería «salir al encuentro». Se usa en los papiros de un magistrado que llegaba por primera vez. «Parece que la idea especial de la palabra era la bienvenida oficial a un dignatario acabado de llegar» (Moulton, Greek Test. Gram., Vol I, p. 4).

Los que niegan el arrebatamiento utilizan más el ejemplo que el significado de la palabra que es “salir al encuentro”, pero veamos otro diccionario, el Word Study:

APANTESIS, encontrarse viniendo de diferentes direcciones. Una reunión (Mateo 25:1,6; Hechos 28:15). En 1 Tesalonicenses 4:17, la expresión EIS (hacía) APANTESIN (reunión) indica que el Señor vendrá de una dirección y nosotros de otra para reunirnos en el aire.

Aquí está el error de la interpretación de estos grupos, en el ejemplo de Vine está el dignatario que está llegando y la comitiva que le da la bienvenida; pero en el griego la frase completa es EIS APANTESIS, hacia la reunión. En el verso las dos parten de un lugar, Jesús viene del cielo y nosotros de la tierra, de dos lugares diferentes, para reunirnos (EIS APANTESIN) en las nubes, y como vemos en las otras palabras que hemos visto, súbitamente, en un abrir y cerrar de ojos.

Finalmente quiero citar a Robertson:

Para recibir al Señor en el aire (eis apantēsin tou Kuriou eis aera). Este especial idioma Griego es común en la XXL como en el Hebreo, pero Polibio también lo tiene y ocurre en el papiro (Moulton, Proleg., p. 14, n. 3). Este rapto de los santos (tanto los resucitados como los transformados) es un glorioso clímax de la argumentación de consolación de Pablo.

De esto nos habla este pasaje de 1 Tesalonicenses 4, de ese arrebatamiento glorioso, de nuestra esperanza bendita.

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