El Futuro Templo de Jerusalén y el Tiempo del Fin
La reconstrucción del Templo de Salomón es una parte muy importante de la profecía bíblica; marcara un hito en la historia de la humanidad y vendrá a ser una profecía bíblica cumplida al pie de la letra tal como está escrita en la Palabra de Dios.
Jesucristo dijo en Mateo 24:15-22: "Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo; porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados".
Esta abominación desoladora no no ocurrió en la destrucción del Templo en 70 DC sino una profecía para tiempos del fin.
Para entender este tiempo de la Gran Tribulación, debemos ir al libro del profeta Daniel y ver que dijo en cuanto al templo y las cosas del fin.
Daniel 9:24-27
24 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.
25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.
26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.
27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.
Dios le dijo ha Daniel que Israel tendría 70 semanas desde la orden para reedificar Jerusalén. Una semana bíblica consta de 7 años, es decir, quedaban 490 años para el pueblo de Israel.
De este período habría 69 semanas hasta la muerte del Mesías Príncipe, es decir hasta la muerte de Jesús, y luego una semana más.
Sabemos que a la muerte de Jesús empezó el tiempo de los gentiles en el cual la gracia de Dios se derramó para todos los hombres, el tiempo desde la venida del Espíritu Santo hasta el arrebatamiento de la iglesia.
En esta última semana ocurrirá lo que Jesús llamó la abominación desoladora; ¿qué cosa es? Daniel 11 nos da la clave:
Daniel 11:31-37
31 Y se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desoladora.
32 Con lisonjas seducirá a los violadores del pacto; mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará.
33 Y los sabios del pueblo instruirán a muchos; y por algunos días caerán a espada y a fuego, en cautividad y despojo.
34 Y en su caída serán ayudados de pequeño socorro; y muchos se juntarán a ellos con lisonjas.
35 También algunos de los sabios caerán para ser depurados y limpiados y emblanquecidos, hasta el tiempo determinado; porque aun para esto hay plazo.
36 Y el rey hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo determinado se cumplirá.
37 Del Dios de sus padres no hará caso, ni del amor de las mujeres; ni respetará a dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá.
¿Cuándo ocurrirá esto?
En Apocalipsis 13 encontramos la clave:
Apocalipsis 13:1-18
1 Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo.
2 Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad.
3 Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia,
4 y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?
5 También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses.
6 Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo.
7 Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.
8 Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.
9 Si alguno tiene oído, oiga.
10 Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos.
11 Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón.
12 Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.
13 También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres.
14 Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.
15 Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase.
16 Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente;
17 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.
18 Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.
La abominación desoladora será cuando el Anticristo se siente en el Templo de Salomón y se haga pasar por Dios recibiendo la adoración que solo Dios merece.
Pero para que esto suceda el templo de Salomón debe ser reconstruido, y para ello tendrá que hacerse en el mismo lugar donde se encuentra la mezquita "El Domo de la roca" y la mezquita de "Al-Aqsa" en Jerusalén.
Ambas mezquitas son venerados por el Islam (mundo árabe y el solo hecho de que Israel intente destruirlo o que por otras razones se construya el allí mismo Templo judío significara la guerra para Israel con los países islámicos.
Cuando esto suceda se abrirán las puertas para el inicio del gobierno del Anticristo y para la Segunda venida de Jesucristo a la tierra.
Estemos atentos a este templo que está por reconstruirse, pero más que todo acerquémonos a Dios recibiendo a Jesucristo en nuestros corazones.
Ricardo Botto
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