Capítulo 2
El Arrebatamiento
También llamado “el rapto.” Es el tiempo en que Cristo recogerá a su iglesia antes del inicio de la Gran Tribulación para llevarlos al Cielo.
En 1 Tesalonicenses 4:13-17 dice: “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.”
Pablo está hablando aquí acerca del arrebatamiento o rapto de la iglesia, cuando Jesús venga por los suyos; en ese momento aquellos que murieron en Cristo resucitarán primero y luego nosotros que estamos vivos seremos arrebatados al Cielo.
En 1 Corintios 15:51-54 vemos lo que pasará en ese momento con nuestros cuerpos: “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.”
En ese momento nuestros cuerpos serán glorificados y recibiremos la redención de nuestros cuerpos como dice en Romanos 8:23: “Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.”
¿En qué momento sucederá esto?
En Lucas 21:36 dice: “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.” Y en Apocalipsis 3:10 dice: “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.”
¿Cuál es esa hora de prueba que vendrá sobre el mundo? La Gran Tribulación.
Es evidente que la iglesia será librada de la Gran Tribulación en el arrebatamiento.
Si leemos el Libro de Apocalipsis vemos que dice en el verso 19 del capítulo 1: “Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas.”
En el capítulo 1 habla acerca de su visión de Cristo glorificado (“las cosas que ha visto”); en los capítulos 2 y 3 habla acerca del tiempo de la iglesia (“las cosas que son”); pero a partir del capítulo 4 vemos un cambio: “Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”
A partir de ese verso y hasta el capítulo 19, cuando Cristo regresa con los suyos a la tierra al final de la Gran Tribulación, no se vuelve ha hablar de la iglesia.
Cuando nos habla de las cosas después de estas, nos habla de las cosas que sucederán después del tiempo de la iglesia.
Por eso podemos concluir que la iglesia no pasará por la Gran Tribulación.
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